Con la resaca de un súper interesante Masters de Augusta nos encontramos con las “geniales” declaraciones de Sergio García en las que dice que se “ha dado cuenta de que no es lo suficientemente bueno para ganar un Major”. He leído todo tipo de comentarios al respecto pero los agrupo en tres tipos:
1.- los que tienden más hacia el consuelo tradicional, conformista y populista en plan… “vamos, no pasa nada, que tú puedes!!!,
2.- los que van hacia el argumento de… “lo ha soltado en caliente y lo recapacitará” y
3.- otros más críticos y técnicos que sacan conclusiones sobre la evidencia del trabajo mental que tiene que realizar y al que se ha negado por sistema.
Pues bien, creo que no hay derecho a decir lo que ha dicho. No demuestra profesionalidad.
Al hacer esas declaraciones simplemente se apunta a un victimismo mediocre y cutre que no es digno de un deportista de su nivel. En ese ataque de sinceridad… ¿Qué pretende? ¿dar pena? ¿generar empatía? ¿Que se acerquen todos esos “yesmen” que rodean a los deportistas de éxito y le digan lo que quiere escuchar?
Hay algo en lo que todo el mundo que sepa algo de golf está de acuerdo: Sergio García sí es lo suficientemente bueno como para ganar un Major (y más de uno). Lo demás, son chorradas y es de una falsa modestia enorme decir lo contrario.
Partiendo de que sí es lo suficientemente bueno sólo quedan dos posibilidades: a) No trabaja lo suficiente o b) no trabaja bien. En cualquiera de los dos casos, la consecuencia es demoledora… salir de esta dinámica depende EXCLUSIVAMENTE de él. Y parece que es una responsabilidad que no quiere asumir.
Es una lástima que la realidad sea tan cruda pero… así es esto. Toca ser profesional y sacar lo mejor que tenemos dentro y cuanto más talento se tiene… la responsabilidad es mayor. Y encima, el talento en la alta competición suele venir aderezado por grandes contratos de patrocinio a los que también les debemos al menos el mejor de nuestros esfuerzos.
Así que, no dar el máximo parece una injusticia de gran calibre y con estas declaraciones… la verdad es que suena a escaqueo.
Jim Loehr en su libro “El Poder del Pleno Compromiso” (The Power of Full Engagement) habla de cuatro áreas que debemos tener equilibradas para rendir al máximo nivel: La física, la emocional, la mental y la espiritual. A mi me da que hay tres que se las tiene que hacer mirar, pero sobre todo la espiritual me parece de especial importancia. Si nuestra motivación para hacer lo que hacemos nos trasciende, tenemos muchísimas posibilidades de sacar de nosotros mismos un rendimiento que no seríamos capaces de imaginar.
Como ejemplo habla de una compañía llamada Cantor Fitzgerald cuya sede se encontraba en las torres gemelas y en el 11-S murieron el 66% de sus 1.000 empleados además de quedar destruidos la inmensa mayoría de la información y los sistemas informáticos. Nadie daba un dólar por la salvación de la compañía. El Consejero Delegado comunicó que el 25% de los beneficios futuros de la compañía en los próximos 5 años iría destinado a las familias de los fallecidos. En pocos meses, la compañía volvió a la senda de los resultados positivos. Todos tenían un propósito superior.
Sergio García ha tenido su 11-S, y ha hecho sus declaraciones en caliente. Ahora es cuando se ve la clase de profesional del que estamos hablando: El que hace lo que tiene que hacer y asume su compromiso o el que se escuda en excusas para no sacar lo mejor de sí mismo.
La ventaja de este tema es que lo veremos en muy poco tiempo.
Totalmente de acuerdo. Lo malo es que no sólo las hizo en caliente. Al día siguiente las ratificó ante la misma televisión. Si yo fuera su patrocinador, iría a explicarle que ya que nunca va a ganar un major, debe ser un jugador tipo “b” por lo que su patrocinio va a pasar inmediatamente a ser la mitad de lo que ganaba. Y eso de momento.
Hace falta “hambre” para conseguir tus metas. Me da la impresión de que Sergio hace mucho que no sabe para qué se levanta por las mañanas.
Si es listo madurará. Si no lo es, su profecía se autocumplirá…
P.D. Bubba Watson, ganó en la jornada final a un tipo que ,delante suya, metió un albatros histórico. Eso es que te regalen dos golpes por la cara. No lo vi quejarse de su mala suerte. Se concentró y siguió. En el desempate salió fatal. No se quejó. Se concentró más y dio un golpe de campeón. Ganó.
Efectivamente. el día que asuma la responsabilidad que le da su posición y su talento…. estará en disposición de hacer las cosas que dice que quiere hacer.