Para definirme no puedo daros una foto. Tiene que ser más bien una película porque mi perfil es dinámico, tiene acción, ritmo y diferentes personajes. Así que voy a intentar seguir un patrón parecido al de una película sobre Ángel Sanz para mantener el paralelismo.
1.- El arranque:
Desde muy joven tengo tendencia emprendedora, autónoma y con ganas de hacer cosas de manera diferente. Esto lo voy evidenciando cuando, a los 8 años, le digo a mi madre que quiero ser independiente lo antes posible para vivir sólo y buscarme la vida por mi cuenta. A los 15 años les propongo a mis padres irme interno a un colegio aún teniendo entonces uno de los mejores expedientes académicos de mi colegio. Nadie lo entendía (mi abuela lloraba porque creía que me iba castigado por mis padres). Pero yo lo hacía porque quería jugar al baloncesto en un colegio con los mejores medios deportivos y académicos. Y allí acabé, en un colegio de jesuitas en Villafranca de los Barros (Extremadura). Esta institución es el primer gran elemento de impacto en mi forma de ver la vida ya que me hace sentir importante como individuo y me hace ver que tengo una responsabilidad respecto a mi entorno y mi comunidad.
Mi siguiente paso es el Real Madrid de baloncesto donde seguí con mi evolución personal y deportiva. Formamos una de las generaciones más relevantes de la cantera del club pero sobre todo, creamos un vínculo especial que hoy en día mantenemos. La evolución natural parecía evidente hacia el baloncesto profesional en España pero, en la línea de hacer las cosas diferentes, orienté mi camino hacia Estados Unidos para jugar en la NCAA (Liga Universitaria) con la Universidad de Houston donde pude compaginar un baloncesto a un altísimo nivel con una formación académica espectacular.
2.- El desarrollo
Pero si hay algo me transformó en Houston no fue mi experiencia deportiva sino mi experiencia personal. Entendí la vida de otra manera, tuve un mentor que me dio heramientas para tomar las riendas de mis propios proyecto vitales, hacer que las cosas pasaran en lugar de esperar y afrontar todo con una actitud emprendedora, constructiva y positiva que me hace pensar que cualquier cosa es posible.
Así, mi desarrollo profesional se enfocó en el mundo de la inversión en España, en Escocia, en Inglaterra y abriendo mercados para diferentes compañías en Turquía, Francia, República Dominicana, EEUU, Méjico y Colombia. Esta actividad me ha permitido realizar mis propios proyectos fuera de ese mundo y enfocarme en el mundo del deporte pero de una manera diferente.
Uno de mis referentes empresariales siempre ha sido Tom Peters. Él decía que tenemos que encontrar nuestro Proyecto WOW. Algunas características de un proyecto WOW son:
- es un proyecto que te deja sin respiración
- es un proyecto que te hace sonreir a ti a mi a nosotros y a ellos
- es un proyecto importante. Tan importante como que es la razón por la que estás en la tierra
- es un proyecto que marca la diferencia
- un proyecto wow no es una opción; es una obligación.
En 2008 comenzó un gran proyecto WOW ya que constituí CLC – The Crow Legacy Company . El objetivo era apoyar a deportistas con talento en su camino para alcanzar su máximo rendimiento a través de su desarrollo personal utilizando el Mentoring Deportivo ® . Ese fue el inicio, de una aventura espectacular. Empezamos ayudando a deportistas, que hoy en día son olímpicos, han jugado torneos de Grand Slam, han ganado torneos de referencia o están en competiciones de primer nivel mundial.
Sin embargo, nos dimos cuenta que el éxito deportivo de deportistas inidividuales no aportaba a nuestra visión de utilizar el deporte como elemento de cambio. Así que ampliamos nuestras miras generando proyectos de comunicación que crearan contenidos relevantes. Continuamos diseñando productos de marketing y de patrocinio originales y creativos que nos permitían generar recursos económicos.
Y nos hemos consolidado como una referencia en la aplicación de valores deportivos en diferentes proyectos con diferentes compañías e instituciones de primer nivel como Coca Cola, Fundación Rafa Nadal, Vodafone, Under Armour o Spartan Race.
3.- El desenlace
Hoy en día, el foco lo tengo muy definido. Aunque suene pretencioso, mi objetivo es aportar lo suficiente para
generar un cambio relevante en nuestra comunidad a través del deporte de una forma rentable.
Es reimaginar mi entorno siendo el deporte el elemento transformador. Y CLC es una de las herramientas principales que me está permitiendo vivir este proyecto vital. Pero no es la única.
Lo hago a través de un blog en Expansión.com que he llamado Reimaginando donde hablo todos los sábados sobre Deporte, Talento, Negocios y Educación.
Otra manera es la generación de movimientos como #Reimaginaeldeporte.org que ha conseguido movilizar a una parte del mundo deportivo y que ha permitido segundas derivadas como #Reimaginaeltenis que ha iniciado un cambio de tendencia en el mundo del tenis.
El ámbito de la Universidad es también un camino en el que me muevo participando en diferentes programas de MBA´s internacionales.
Soy parte activa en Fundaciones e Instituciones como el Instituto Español de la Resiliencia o la Fundación AGM Sports que consigue becas para que deportistas sin recursos puedan realizar sus estudios en universidades en EEUU a la vez que aumentan su nivel deportivo.
Y utlizo charlas en diferentes foros corporativos e inspiradores de primer nivel como TED para impulsar ese cambio y dar credibilidad a un mensaje, una actividad y un propósito con el que estoy 100% comprometido.
Y la sensación, es que todo esto no ha hecho más que empezar. Si esto fuese una película, imagino que aquí acaba la primera parte de la trilogía.
En angelsanz.me seréis testigos de la segunda parte según se está rodando.
Continuará…