Este verano hemos tenido una sobredosis de eventos deportivos: Tenis, golf y fórmula 1 que se mantienen firmes en el calendario y, además, hemos vivido una Eurocopa de fútbol y unos Juegos Olímpicos especialmente intensos (aún quedan los Paralímpicos).
Independientemente de los resultados a nivel competición, hemos visto héroes y villanos, hemos visto ejemplos de superación, hemos experimentado el resultado del trabajo de muchos atletas, hemos visto miles de historias de sus familias, sus realidades, lo que implica llegar a lo más alto, sacrificio, éxito, fracaso, decisiones arbitrales (acertadas y equivocadas), polémicas, doping, trampas, atajos, espectáculo, negocio, hemos visto lo importante de gestionar las emociones, hemos visto cómo se da el máximo, hemos sido testigos de decepciones, de las consecuencias de la mala gestión de algunas federaciones y países en sus políticas deportivas…. y podría seguir pero realmente, en un muy corto período de tiempo, hemos sido testigos de…. La vida misma!!!!!
Lo que ocurre es que, en el deporte todo pasa concentrado, con muchísima intensidad y a lo bestia. Y eso es probablemente lo que le convierte en una herramienta educativa inigualable. Jack Welch, una de las referencias mundiales de la gestión empresarial y ex-Consejero Delegado de General Electric, preguntaba a la gente que iba a contratar si habían practicado deporte de equipo en en colegio o en la universidad. Si no era así, sus posibilidades de tener un puesto en el equipo directivo mermaban considerablemente.
Además de los conceptos que se desarrollan en el ámbito deportivo (valores, competencias y habilidades) se da la circunstancia de que el aprendizaje se realiza de la mejor manera posible: a través de la diversión/entretenimiento y, normalmente, con el elemento pasión entrando en juego.
Lo que quiero poner encima de la mesa es que, tenemos en el deporte la mejor herramienta para formar a las personas que las compañías están buscando. El conocimiento, hoy en día no es la clave. Está disponible en Google!!!!. La clave es la persona y el deporte tiene la capacidad de desarrollarla de manera inimaginable sacando a los alumnos continuamente de la zona de confort y haciéndoles crecer prácticamente sin darse cuenta.
Existe unanimidad al afirmar que nuestro sistema educativo está obsoleto. Que está creado desde un modelo industrial que ya no existe y la tendencia apunta hacia la formación individualizada. ¿Nos podemos imaginar una clase donde cada alumno tiene su rol y aporta hacia la consecución de los objetivos del colectivo como un equipo de baloncesto?. ¿Podemos pensar en un grupo de alumnos donde, aún estando juntos, el ritmo de aprendizaje se adecue a cada uno sin penalizar a aquellos que tienen más facilidad? (en mi equipo siempre había alguno con más “talento” que yo y nunca paré su desarrollo). ¿Nos podemos imaginar una sistema en el que tu profesor es capaz de identificar tu talento (porque todos tenemos un talento) y sacar lo mejor de ti para ponerlo al servicio de la clase?. Yo ya lo he vivido… cuando era jugador de baloncesto!!!
Podíamos considerar darle una “vuelta al cole” utilizando el deporte como base y como método. Tenemos un montón de deportistas de referencia que pueden ser unos grandes motores para impulsar algo así e implementarlo desde el día uno. Y además, podríamos darle mucho sentido a la aportación de deportistas a la sociedad mientras están entrenando y están siendo financiados por la Administración (anda, hasta parece que puede haber eficiencia presupuestaria!!!!!). Se me ocurren tantas cosas…..
En fin, que este tema de la “vuelta al cole” podría tener un punto revolucionario ¿no?
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