No sé si es por la situación que nos rodea, por mi edad, o por evolución natural, pero llevo una temporada empeñado en hacer todo lo posible por cambiar el mundo. Sí, sí… has leído bien: CAMBIAR EL MUNDO!!!!. Así de ambicioso.
Es un tema de responsabilidad. Creo que soy capaz de hacer cosas buenas y generar un “momentum” que sería injusto que se quedara en algo que no tenga ninguna trascendencia más allá de la personal. Así que me he puesto manos a la obra en el mundo del deporte. Pero la verdad es que lo importante no es lo que yo he hecho. Lo importante realmente es que cada vez hay más personas que toman este camino. Que hay iniciativas sólidas que pueden tener impacto brutal. Que cada vez más se entiende que lo que se hace tiene que tener un impacto positivo en nuestro entorno. Que realmente SÍ tenemos buenos pilares para construir cosas muy fundamentadas y con la capacidad de dirigir ese cambio positivo que estamos esperando. Así que… SÍ parece que hay luz al final de este túnel
Lo que me pasa es que me encuentro a mucha gente diciendo… “pero si yo quiero que las cosas cambien y aportar lo que haga falta pero… ¿cómo lo hago?”. Por tanto, parece que tenemos dos problemas principales: 1) Probablemente no estamos siendo capaces de facilitar el cambio porque no hemos podido de generar las estructuras adecuadas para que ocurra y 2) La diferencia entre decir y hacer. Decimos que lo queremos pero… ¿Lo queremos lo suficiente? ¿Estamos dispuestos a hacer lo que hay que hacer para que el cambio ocurra?. Yo tenía compañeros de clase que querían aprobar pero no estaban dispuestos a estudiar para conseguirlo.
Respecto a lo de disponer de las estructuras adecuadas, hay un montón de iniciativas súper interesantes y muy bien planteadas que son claros ejemplos de cambio en sí mismo. Os muestro algunas:
Life Vest Inside
Action For Happiness
Playing For Change
7 Billion Actions
The Zuvy Effect
Reinventing School
Así que, vamos a dar por sentado que tenemos las herramientas mínimas. Por tanto, parece que la clave está en que hagamos cosas.
Para afrontar esto de “ponernos a hacer”, volvemos al tema de los valores, de que deben estar alineados con nuestras acciones y de nuestra opinión sobre nosotros mismos. La primera ventaja es que somos muchos así que… hace falta poco pero de cada uno. Hay una frase de Franklin que tengo muy presente y que dice “La humanidad se divide en tres clases: los inamovibles, los que podrían moverse y los que se mueven”. Nos encanta pensar que somos de los que se mueven pero la verdad es que, en nuestro país… dominan más los que se podrían mover y no lo hacen (siempre con una buena excusa, claro). Pero creo que, en muchos casos, es más por falta de empuje (actitud) y de conocimiento de cómo hacer algo que genere impacto. Pues resulta que es muy sencillo… simplemente está atento para ver dónde puedes ayudar.
Es mucho más fácil que esto ocurra en el ámbito donde nos sentimos cómodos (nuestro trabajo, nuestro barrio, nuestro equipo de baloncesto, o nuestra pandilla de amigos) porque es donde nuestro impacto es más inmediato y requiere menos esfuerzo. Por ejemplo, es más fácil que un deportista genere movimiento a través de su exposición pública (al nivel que sea, no sólo los Casillas, Messis y Ronaldos) que un tipo corriente dedique su esfuerzo para hacer lo mismo. O que un inversor prefiera orientar su capital hacia proyectos que generan un cambio real en el entorno y en las personas en lugar de intentar sacar el último punto de rentabilidad en intangibles. O ayudar a personas mayores a tener algo por lo que tener ilusión, ayudar a un deportista joven que no puede competir por falta de recursos o hacer limpieza en el armario de todo lo que hacer más de un año que no te pones y lo llevas a algún sitio para que alguien lo utilice!!!! Y no hay que ser más ambicioso que eso: Hacer cosas que mejoren nuestro alrededor… aunque sea sólo un poquito.
Aquí hay un ejemplo de lo que podemos hacer en nuestro día a día sólo estando atentos a nuestro de lo que pasa a nuestro alrededor:
De lo que una compañía puede hacer para involucrarnos sin cambiar nuestra rutina:
Y de cómo le podemos poner banda sonora al cambio:
¿Os imagináis esto pasando por todo el planeta?. ¿Os imagináis que ponemos de moda hacer este tipo de cosas?. Tenemos una gran ventaja….lo de la moda lo decidimos nosotros, los anónimos que hacemos la masa. La consecuencia es que se generaría una actitud generalizada que contagiaría todas las decisiones, nuestras relaciones y los planteamientos en los que nos veamos envueltos. Sería la ignición que estamos buscando!!!!
Pues eso… decidamos de una vez y… A moverse!!!!!
Deja un comentario