Mirad este vídeo:
Estamos de acuerdo, ¿no?. Nuestra actitud es lo que importa. No lo que nos rodea. No lo que nos viene encima. No lo que nos pasa. Lo que importa es cómo afrontamos lo que nos pasa. La capacidad del ser humano es brutal. No tenemos ni idea de lo que somos capaces de hacer y hasta dónde podemos llegar simplemente porque no estamos dispuestos a darnos una oportunidad.
Una vez escuchaba a un deportista español de élite que decía “… yo sé que tengo el talento y las aptitudes para ser el número uno. Simplemente no estoy dispuesto ha hacer lo que tengo que hacer para conseguirlo”. La verdad es que ese tipo de comentarios me revuelven el estómago, pero al menos el tipo era honesto: No estaba dispuesto a trabajar lo suficiente.
Los españoles nos vanagloriamos de ser de raza, de echar el resto, de ser muy generosos y hasta somos considerados uno de los países más solidarios del mundo (imagino que por el dinero que donamos a causas humanitarias). En el deporte se ha extendido la pregunta retadora de “soy español… ¿a qué quieres que te gane?”. Vamos, que somos la caña de España.
Así que, si tenemos una capacidad inimaginable, si estamos dispuestos a trabajar lo que haya que trabajar y si somos tan buenos… ¿Por qué estamos como estamos? y ¿Por qué tardamos tanto en salir del agujero?
Como decía mi amigo Antonio Gorriarán “A ver si no vamos a ser tan buenos…!!!???”
La verdad es que, en mi experiencia, en general no tenemos la actitud correcta para sacar lo mejor de nosotros. Pero la buena noticia es que cambiar eso está en nuestra mano. Y podemos hacerlo ya.
¿Qué os parece? ¿Nos metemos con los gigantes y les damos un poco de caña?. Yo ya he empezado
Deja un comentario