He leído hace unos días que Juan Eduardo Esnaider ha declinado la oferta del Real Madrid de hacerse cargo de su cantera. A priori, nada especialmente relevante pero, de repente, ha llamado mi atención que alguien en plena progresión de su carrera en su faceta de entrenador deniegue una propuesta aparentemente tan interesante (imagino que por eso es noticia). Creo que hay dos razones por las que puede darse este caso: 1) Esnaider tiene claro hacia dónde va y la propuesta del Real Madrid no le ayuda a llegar allí (por lo menos en este momento) o 2) la propuesta no le permitía hacer lo que él cree que debería ser el trabajo de cantera (bien por temas técnicos, económicos o de filosofía). La verdad es que no me interesa este tema más allá de esta simple reflexión pero sí a dónde me ha llevado más tarde.
Por otro lado, también se publica otra noticia en la que se comenta que Mourinho se ha cargado al director de formación de la cantera del Real Madrid (Alberto Giráldez) por alabar a Guardiola. Resumen: al enemigo ni agua y aunque tenga cosas buenas… aquí no se aceptan. Dos noticias referentes a la cantera del Real Madrid en un intervalo de dos o tres días de diferencia. Algo se está cociendo allí. Así que me ha hecho reflexionar.
Por otro lado, también se publica otra noticia en la que se comenta que Mourinho se ha cargado al director de formación de la cantera del Real Madrid (Alberto Giráldez) por alabar a Guardiola. Resumen: al enemigo ni agua y aunque tenga cosas buenas… aquí no se aceptan. Dos noticias referentes a la cantera del Real Madrid en un intervalo de dos o tres días de diferencia. Algo se está cociendo allí. Así que me ha hecho reflexionar.
Woody Allen decía: «Las cosas no se dicen, se hacen, porque al hacerlas se dicen solas». Ves al Real Madrid y al Barça y entiendes las diferencias. Pero no es por lo que dicen, sino por lo que hacen. En lo referente a la cantera, el Barça está construyendo desde hace muchos años sobre unos valores que nadie ha puesto en duda aún habiendo sufrido convulsiones internas y cambios de presidentes: El Club se construye desde abajo; desde la cantera, donde los valores se inculcan y se integran en el ADN. A partir de ahí, se le saca el máximo provecho futbolístico al talento de los deportistas, pero antes se les hace cómplices de los valores y los objetivos del club. Tienes a personas con un propósito que les trasciende. Y resulta que, encima tienen un talento descomunal para jugar al fútbol. Hacen la persona y después el deportista.
Al contrario, en el Real Madrid, a nivel institucional (porque hay excepciones personales) no hay ningún objetivo más allá que el de ganar y casi a cualquier precio. Para ello, el proceso se invierte: se trae el talento y se hace lo que se tenga que hacer para que lleguen los resultados; todo vale. Incluso traer a un gran entrenador con mano de hierro, sin ninguna vinculación anterior al club ni a sus valores y se le entrega las llaves de la «Casa Blanca» para que haga y deshaga incluso en la inversión de futuro del Club; su cantera. Gran problema de ese planteamiento: a) es cortoplacista b) es personalista y c) es muy arriesgado. Pero sobre todo… y lo peor de esta historia, es que hacen al deportista (y lo hacen muy bien) pero no hacen a la persona. Esto conlleva un problema serio en los jugadores jóvenes: No tienen un propósito que les trascienda. Tienen la sensación de que es muy improbable que lleguen al primer equipo y que el objetivo del club es poder venderles en el mejor momento. Así pueden ganar suficiente dinero en la transacción que le permita mantener esta filosofía de compra de estrellas que mantenga la máquina de generar dinero en marcha. El gran logro de un canterano de éxito es haber generado mucha pasta al club!. Tremenda realidad, ¿no?. No hay percepción de compromiso mutuo. Son todos los ingredientes para crear mercenarios.
El problema de las acciones es que son la prueba de los principios, los valores y las convicciones…. y al Real Madrid le traicionan. Probablemente, los dirigentes del Barcelona, si pudieran, actuarían de la misma manera (Rosell no es precisamente un ejemplo de valores, de honestidad ni de coherencia) pero tienen una ventaja… los valores y la esencia del Club están por encima de ellos y les obliga a tomar posturas como mantener la línea iniciada con Guardiola incorporando a Tito Vilanova y seguir creando grandes futbolistas para el primer equipo desde La Masía. En el Real Madrid, éste no es el caso y… esa esencia se ha perdido.
Para cualquier aficionado blanco (o cualquier aficionado al deporte), lo mejor que puede pasar es que se le dedique tiempo y energía a recuperar esa esencia y que se transforme en acciones: hay jugadores y entrenadores que simplemente no van con los valores del Club. Quizás no podemos permitirnos a corto plazo un cambio radical en este aspecto porque no podemos obviar los resultados deportivos pero lo que no parece admisible es que en la base, en la cantera, no se haga lo necesario para que, en un futuro lo más cercano posible, se recupere lo que hacía diferente al Club y que ahora no tenemos: personas que marcan la diferencia y que.. además juegan bien al fútbol.
Mirad este vídeo:
Cuando lo vi pensé: a) la educación es la clave en el deporte b) el deporte tiene un impacto muy relevante en la educación y c) clubes de referencia (como el Madrid) tienen que demostrar que están a la altura de su responsabilidad hacia estos niños y los aficionados. Pero eso se hace a través de acciones… no de palabras.
Me gustaría ver que lo hacen.
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