Hoy hacía un día muy desapacible en Madrid. Llovía, hacía frío y lo único que apetecía era quedarse en casa calentito para pasar el domingo en familia. Sin embargo, no sé si es mi nueva faceta de espartano o que sigo recordando pasajes de la biografía de Rafa Nadal que en algún momento habla de abrazar el sufrimiento, cuando salen este tipo de días, lo que me nace es un comentario de este tipo: “Frío y agua: ¡qué día más bueno para entrenar!”.
Cuando me han preguntado a dónde iba con la que estaba cayendo me ha salido la frase: “No existe el mal tiempo sino la ropa inadecuada”. Así que, enfundado de Under Armour de arriba a abajo, me he embarcado, casi literalmente, en una carrerita de 8 km que me ha sentado mejor que bien. Y ya sabéis lo que pasa en cuanto se hace ejercicio, te cruzas con otros que te saludan aunque no te conozcan, disfrutas de sensaciones que nunca son las mismas aunque hagas el mismo recorrido, sientes la conexión entre el cuerpo y la mente, tienes tiempo para pensar en todo tipo de cosas para distraer a tu cabeza del cansancio… y, en mi caso, tengo tiempo para escuchar música.
Hoy podía haber sido un día más de esos. Hoy no era una excepción. Ya he hecho esto antes muchas veces. Lo que ha sido diferente ha sido la banda sonora y mi momento vital. Os cuento.
Mi amiga María me envió hace poco el vídeo que os muestro más abajo. Es un homenaje a los que se estaban preparando para la Maratón de Boston. La canción del vídeo me encantó pero no le había prestado mucha atención a la letra hasta la carrerita de hoy. La escribió Michelle Lewis en memoria de las víctimas de la bomba del año pasado. No es un ritmo que se preste mucho para correr, pero en cuanto escuchas la letra no te puedes escapar. Si además ocurre que estás en ese momento vital en el que están pasando muchísimas cosas relevantes con decisiones importantes, con momentos complicados donde hay que aferrarse al compromiso con uno mismo y ser consecuente con posturas firmes aunque no parezcan lo mejor a corto plazo… os imaginareis que la carrera ha sido de lo más intensa.
No os voy a aburrir. Esta entrada en el blog parece que es la más personal que he hecho últimamente pero he sentido que hoy el cuerpo me pedía dejar constancia de este proceso mental como parte de mi propio compromiso. Y no se me ocurría mejor sitio que éste. Lo voy a hacer tal y como ha ocurrido, en paralelo con la banda sonora, ya que me he puesto la canción una y otra vez durante los 8 km.
La canción se titula “Run, run, run” (correr, correr, correr) y es una declaración de intenciones. En resumen, cuenta que, para los dilemas que se le han presentado, la solución que ha encontrado ha sido correr. Hay unas frases de la letra de la canción que no paro de repetirme:
– I won´t stop until I get there, I will run, run, run (no pararé hasta que llegue. Correré, correré, correré)
– Still not sure of what I am looking for, so I will run, run, run (Aún no estoy seguro de lo que estoy buscando. Así que correré, correré, correré)
– The strings you´ve tied all come undone (los lazos que te ataban se soltarán)
– If you need me I´ll be by your side. Yes I will run, run, run (Si me necesitas, estaré a tu lado. Sí, correré, correré, correré)
Sé que estoy en un momento clave en este proyecto vital-profesional donde siento que se está produciendo el cambio que estaba buscando. Tengo mi propósito claro: cambiar el mundo a través del deporte. Y estamos perfectamente posicionados para empujar al Deporte como una herramienta Educativa muy poderosa y rentable. Estoy en la posición que quería estar. Estoy con los proyectos que quería estar, con la gente que quería estar y provocando el inicio del movimiento que quería provocar. Pero esto sólo acaba de empezar… y para que esto continúe… tengo que correr, correr, correr.
No tengo claro lo que va a pasar. Estamos creando cosas que no existían. Da vértigo. Estamos realizando acciones que nadie se imaginaba. Tenemos que crear caminos que nadie ha visto antes, tenemos que comunicar proyectos nuevos y vamos a tener que dar soluciones y hacer propuestas de cambio que hoy en día no podemos ni imaginar. No sé qué pinta va a tener el futuro de esto porque aún no podemos visualizarlo. La única constante que existe es el cambio y me encanta esa sensación. No sé si ganaré mucha pasta o no. Lo que sí tengo claro es que será algo bueno y alineado con mi propósito, así que… correré, correré, correré.
Hemos pasado por momentos muy difíciles. Momentos en los que no nos creían. Momentos en los que no nos entendían. Momentos en los que no nos explicábamos bien. Momentos en los que nosotros mismos no sabíamos por dónde íbamos a salir. Hemos tenido que reinventarnos, que evolucionar, que cambiar, que perdernos un poco, que perdernos más… pero siempre hemos encontrado la manera de construir hacia donde queríamos. Y cada vez que estábamos bloqueados… de repente la esencia del deporte aparece para darnos la pista, para deshacer el entuerto. Está a nuestro lado siempre que la necesitamos, y suele venir corriendo, corriendo, corriendo.
Hoy ha sido un día fantástico. Ha sido un día desapaciblemente mágico. Hoy me he sentido espectacular. Imagino que esta reflexión es exportable a cualquiera que esté llevando adelante un proyecto importante en estos momentos. No importante porque vaya a acabar con la crisis o vaya a encontrar una vacuna para el ébola. Digo importante para uno. Importante porque marca la diferencia respecto al propósito personal de cada cual. Importante porque nos hace sentir que hay una razón relevante por la que estamos haciendo cosas y que nos trasciende. Cualquiera pasa por estas fases de determinación, de incertidumbre y de desenlace. Ese ciclo se repite una y otra vez y es genial poder verlo de vez en cuando con perspectiva. Y esto es lo que me ha ocurrido hoy a mi.
Si inspira a una sola persona que esté pasando por algo parecido, ya doy por bien empleado haberlo compartido. Si no, simplemente disfrutad de la canción. Es maravillosa. Y… ¡corred, corred, corred!
Os dejo el link con la letra en inglés y os la dejo aquí traducida al español.
Desde las montañas de Colorado
Hasta el sol de California
No pararé hasta que llegue
Correré, correré, correré
He estado solo durante mucho tiempo
Siempre buscando compañía
Aún no sé lo que estoy buscando
Así que correré, correré, correré
No tiene sentido hacer planes
Porque no se puede predecir el futuro
Justo cuando pienses que tienes una oportunidad
Los lazos te que ataban se soltarán
Te he querido desde que te conocí
Siempre supe que eras el elegido
Si me necesitas iré a por ti
Sí, correré, correré, correré
No tiene sentido hacer planes
Porque no se puede predecir el futuro
Justo cuando pienses que tienes una oportunidad
Los lazos te que ataban se soltarán
Te he querido desde que te conocí
Siempre supe que eras el elegido
Si me necesitas estaré a tu lado
Sí, correré, correré, correré
Sí, correré, correré, correré
Correré, correré, correré
Cristina dice
Tengo un problema conejos cambios de titularidad para la carrera y necesito ayuda de la organización Spartan race. Hay algún telefono de alguien que pueda ayudarme?